7. Los caminos mágicos de la escritura y lectura.

El enseñar a leer y escribir es como enseñar trucos de magia a los niños, aunque en estas edades no se espera que lean y escriban, las bases para este aprendizaje se las construye desde que los niños están en el vientre materno.

Pero, ¿cómo y cuándo se asientan estas bases para que puedan leer y escribir?

Todo comienza desde cuando los niños son muy pequeñitos y empiezan a hacer sus primeros intentos comunicativos, y al igual que su mamá o papá, nosotros logramos entender su lógica, lo que realmente quieren decir e interpretamos sus mensajes desde sus sonidos, palabras, hasta sus gestos. Es casi una ciencia.

Alguna vez, cuando observaba una clase, vi a este estudiante de 3 años y su maestra, conversando sobre lo que había hecho el fin de semana - esto es lo que yo escuché “to atet mefi la tasa mi pima a ugas tataval”. Como lo peor que se puede hacer en esas circunstancias, es volver a preguntar, sonreí y asistí con mi cabeza en señal de aprobación, mientras su maestra le respondía al tiempo “¡oh qué lindo! y te mojaste mucho jugando con tu prima al carnaval?”

Fíjense esta mega conversación de este bebé con su papá, para que entiendan lo que les digo.

Y así inician los caminos mágicos de la lectura y la escritura, permitiendo a los niños comunicarse de forma oral, a formular sus propios conceptos e ideas del mundo, a darle sentido a las palabras cuando observan nuestras reacciones, a conectar las palabras con imágenes y los textos.

Es como que ellos absorbieran el lenguaje y sus significados de una manera casi inconsciente, lo hacen porque observan, interaccionan e imitan.

Los cuentos siempre han sido mi “go to” para todas mis lecciones, me doy cuenta que los incluía en casi todas mis lecciones, desde lenguaje hasta matemáticas, pasando por ciencias y artes.

Cuando leemos cuentos a los niños, estamos también modelando comportamientos de un buen lector, estamos haciendo obvios algunos elementos del texto y demostrando que el abrir un libro significa abrir una puerta a otros mundos, a espacios mágicos, de aventura y diversión.

Cuando los niños descubren los libros, se dan cuenta que el pasar de una página es revelar cosas inesperadas; que sus imágenes muestran siempre más cosas que a simple vista se ven, pero cuando identifican sus primeras letras, sonidos o palabras es como que el mundo se pone en pausa un segundo- el ver sus caras llenas de asombro y la alegría de este logro, es como haber descubierto una puerta secreta, que te conduce a un mundo que no sabías que existía.

Y ya que hablábamos de los superpoderes de los profes de preescolar, aquí les va otro: ellos logran descifrar frases, textos, dibujos, situaciones, etc. con mecanismos tan sofisticados que podrían trabajar como estrategas de inteligencia militar. Esa es una de esas habilidades impresionantes al ojo del extraño y que los profesores de niños pequeños desarrollan con mucha naturalidad.

Cuando los niños hacen sus primeros garabatos, dibujos, o hacen sus primeros acercamientos de comunicación a través de símbolos- es muy importante que las antenas de la interpretación, traducción e indagación de los profes se prendan. Así como vimos en el video, los adultos necesitamos ayudar a los niños a dar sentido a sus mensajes - ellos perciben sus esfuerzos y resultados, con base a nuestras reacciones y esa es la llave que abre este mundo mágico de la escritura.

Existen muchas teorías, posturas y metodologías sobre este tema, algunos hasta se contradicen, y ahí reside la confusión que a veces se tiene sobre la enseñanza de la lectoescritura. En mi experiencia, el enseñar a leer y escribir tiene que ser un proceso combinado entre la enseñanza explícita y por descubrimiento.

Los niños necesitan tener muchas experiencias para comunicarse, ya sea de manera oral, gestual o por acercamientos de escritura, para eventualmente lograr escribir claramente sus ideas. Es igual de importante que el adulto modele y demuestre los comportamientos de un buen lector y escritor, para que los niños eventualmente los imiten.

Pero, ya que el lenguaje escrito usa códigos y convenciones que no son innatas o que no son de fácil interpretación, es básico enseñar a los niños el cómo se ven; el cómo se llaman; el cómo se dibujan, y qué representan las letras del abecedario- no se puede esperar que los niños las absorban cómo absorben el lenguaje oral.

Como el camino mágico de lectoescritura es un camino largo y complejo, voy a compartirte de a poco varias actividades. Empiezo con algunas ideas para desarrollar el lenguaje oral.