5. Los superpoderes de un profe
- Andrea Flores B.
- 7 feb 2023
- 3 Min. de lectura
Todos tenemos características que nos añaden valor y con las que podemos contar para hacer de nuestra labor, una labor un poco más sencilla.
“¡Wow profe, cómo haces líneas tan rectas y sin regla!”
Estos son los comentarios que generalmente escucho de los niños y que aunque son cumplidos poco usuales o de los cuales no necesariamente estoy tan orgullosa, me hacen pensar en esas habilidades que tenemos y que aunque no son tan impresionantes para nosotros, son impresionantes a la vista del extraño.
Durante todos estos años que llevo en la docencia, me he dado cuenta de ciertas cualidades que los profes de preescolar tenemos y que nos diferencian de otros grupos de profesores. Creo firmemente que quienes trabajan con niños pequeños vienen ya con ciertas características inherentes a la carrera o las que tienen, las van adaptando y desarrollando en el camino.
Si ves un gran grupo de profesores, ¿puedes reconocer a los de preescolar?

Si piensas en alguno de tus maestros en los primeros años, ¿qué recuerdas? Seguro que te hacía sentir como el niño más especial de la clase; seguro sabías que con una sonrisa tuya, lo tenías en tu bolsillo y seguro sabías que cualquier cosa que hagas, lo haría rendirse de amor ante ti.
Al menos, eso recuerdo yo de mi profe de primer grado.
Creo que esta es una de esas cualidades especiales que hacen a un buen maestro de preescolar; tener esa gran habilidad de conectar con cada uno de los niños de la clase, hacerlos sentir lo más importantes del mundo y desarrollar una especie de complicidad, esa que tan solo con un guiño te dice “estoy aquí para ti”.
Eso es lo que yo llamo tener superpoderes.
Mi primer encuentro con la escuela fue digámoslo así, como traumático, tenía cuatro años y aunque recuerdo muy poco - lo que recuerdo es, que lloraba sin parar. Claramente no estaba lista para dejar mi bello hogar o la compañía de mi mami, quien finalmente, decidió retirarme del pre-kinder y hacer “homeschooling”. A la edad de cinco años volví nuevamente al ruedo y al dar mis pruebas, me ubicaron en 1er grado, porque a diferencia de mis compañeros ya sabía leer y escribir.
Hay memorias que se quedan marcadas para siempre - tengo esta memoria de mi profesora del primer grado que al verme llorar en mi primer día, me llevó de la mano a conocer la escuela y mientras lo hacía, me contaba de su familia, su mascota, me contó lo tan asustada que ella estuvo en su primer día de escuela también y me contó en secreto cómo había logrado dejar de llorar. Basta mencionar que nunca más lloré en mi primer día de nada en la vida.
¡Vaya superpoder, este!
Ese momento especial que me conectó a esta maestra hasta el día de hoy, me hace siempre pensar en la diferencia que podemos hacer en estos momentos en los que los niños enfrentan situaciones nuevas, la diferencia que hace ver a los profes como seres tan cercanos a uno, pero con una infinita sabiduría que está ahí solo para ellos.
Y así, recogemos dos características que hacen de un profesor de preescolar un ser de otro mundo: la capacidad de conectar con cada estudiante y de entender no sólo lo que está sintiendo, sino cómo ayudar a enfrentar lo que está viviendo: Conexión y empatía “Empatía es ver con los ojos de otro, escuchar con los oídos de otro y sentir con el corazón de otro”. –Alfred Adler
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